Hola a todos bienvenidos a mi última publicación sobre lo que aprendí de mamá.
Déjenme contarles que desde muy pequeño fui aficionado a los deportes, fui algo hábil para conducir bicicleta, como practicar el básquetbol y pues el fútbol o soccer como le conocen en otros países no fue la excepción. El amor a los deportes lo traigo de familia, mis tíos desde muy jóvenes han sido aficionados y pues mis papás también.
Mi papá por un lado practicaba atletismo y ciclismo y mi mamá por otro lado amante del básquetbol y al fútbol. Entonces creo que traigo en mis genes esa parte del amor a los deportes. En casa en estos últimos diez años hemos tenido una rivalidad buena y sanada por este deporte que amo mucho, el fútbol jejeje. Mi papá tenía una afinidad por el F.C. Barcelona porque seguía más a Messi y mi mamá y yo por el Real Madrid. Pero de un momento a otro mi mamá cambió de equipo y en una ocasión nos dijo, yo le voy a Atlético de Madrid, me gusta como juega y le voy a ese equipo. Y pues en muchos partidos siempre había esas rivalidades y cuando era tiempos de entrega de premios, también era así jajaja.
En los últimos años los palmares o trofeos se los llevó el F.C. Barcelona y el Real Madrid, pero saben que mi mamá, ganaran o perdieran siempre le iba al Atlético, sus esperanzas no desistieron nunca, siempre los apoyaba. Siempre los vio acercarse a obtener el título, pero siempre quedaban muy cerca de alcanzarlo, pero no, no se lograba. Pero aun así decía: Le voy al Atlético. Curiosamente mi mamá falleció un lunes 8 de junio de 2020 a causa de una devastadora enfermedad y pues el Atlético de Madrid fue campeón de la Liga Española a inicios de esa temporada, la 2020-2021; una lástima que no vio el triunfo de su equipo, sin embargo, yo tomo que ese triunfo fue en honor a ella.
Pero ahora me dirán ¿qué aprendiste de tu mamá? ¿cómo relacionar al Atlético con esto? Y pues ahora les comparto.
Gracias a Dios tuve la oportunidad de viajar a Europa y logré ir a visitar el majestuoso estadio de fútbol del equipo del Atlético de Madrid, un gran estadio, recién construido y con detalles que me llamaron mi atención. Y uno de ellos es que, en la entrada de este, tienen una gran bandera que representa al equipo y también tienen unas letras que dicen Coraje y Corazón. Y pues meditando, creo que ya se porque mi mamá tenía una afinidad por este equipo, porque todo el tiempo este equipo ha demostrado Coraje y Corazón. No siempre les va bien, pero demuestran con profesionalismo, dedicación y esmero el amor a la camiseta, dan todo por el todo en el campo de juego para lograr un objetivo, ganar el partido.
Y así como este equipo, todo el tiempo mi querida mamá tomó esta vida terrenal con Coraje y Corazón. Y ¿qué es coraje? según la Real Academia Española (RA) es: Impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo, valor. Y si han leído mis diferentes publicaciones, se pueden dar cuenta que en esta vida tuvo luchas, alegrías, tristezas, seguramente enojos, decepciones, etc. y pues siempre tuvo decisión para cómo actuar y para todo mostró esfuerzo y valor, aún en la enfermedad que la agobió, siempre tuvo la fuerza para no doblegarse, aunque su cuerpo se veía débil, decaído, su espíritu mostraba Coraje.
Y también a cada experiencia vivida, le dio una pizca de Corazón, para ella todo tenía una razón de ser, siempre quería agradar primeramente a Dios y amar a los demás. Nunca vio su bienestar primero, sino que antepuso a Dios, familia, conocidos y desconocidos. Qué gran lección me dió.
Algo que experimentó en su vida, que no lo puedo dejar pasar, es su encuentro con Dios, porque eso trasciende, va más allá de esta vida. Y esto me recuerda a lo que dijo un famoso predicador, ministro, alguien que divulgó la fe y doctrina cristiana, el apóstol Pablo dijo esto antes de dejar este mundo:
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:7-8 RVR1960
Mi mamá no vio alzar el trofeo a su equipo, tal vez no ganó trofeos materiales en esta vida, no tuvo elogios, pero de algo si estoy seguro, tiene guardada la corona de justicia.
La invitación se extiende para que cada uno de nosotros, que le pongamos Coraje y Corazón a nuestra vida y sobre todo en nuestra relación con Dios, esforzarnos para buscarle porque si tenemos fe y nos rendimos en obediencia hacia Él, Él nos va a dar la corona de justicia en aquel día, cuando venga otra vez.
Dios nos bendiga. Saludos
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