Hablar del amor de una madre, no hay palabras para describirlo (un suspiro), creo que no estoy en la posición de describir ese amor porque no soy una mamá, claro una verdadera mamá… más adelante les digo a qué me refiero con el término (una verdadera mamá); pero si estuve en la posición de hijo y sentí día a día ese cálido amor de mamá.
Yo fui el primogénito o mayor de los hijos de mis papás, bueno de apenas 2 hijos por voluntad de Dios porque los deseos de mis papás era de tener una familia numerosa, creo que 5 hijitos en total jejeje. Desde allí puedo ver el gran amor de mi mamá, queriendo dar amor a muchos hijos pero increíblemente se le concedió y en próximas publicaciones sabrán porque lo digo.
Pero volviendo a lo que les quiero compartir, el amor de una madre es inigualable… tuve la oportunidad de convivir con mi mamá por 29 años y con mucha dedicación, sacrificios, desvelos, enojos, regaños, abnegación y muchas cosas más, me llevó por el camino de la vida. Siempre tuve una mamá consentidora pero con muchos límites y esto me recuerda a una frase que leí en un libro donde decía que el amor de los padres debe ser un amor que no excluye la presencia de límites, el real amor al hijo tiene en cuenta la disciplina y por ello mencionaba el término de una verdadera mamá, porque no todas hacen gran papel, como dicen: madre no es la engendra, es la que cría. Y en mi caso así fue, tuve una verdadera mamá.
Mi mamá siempre me contaba que cuando estuvo embaraza de mí, fue un embarazo encantador, fue de color de rosa. Me decía que no tenía complicaciones, iba feliz a sus citas, comía todo lo que se le antojaba y algo más, tenía un gran esposo. Pero cuando llegó el día del parto, todo cambió… bendito miércoles 16 de octubre de 1991, me hubiese encantado que esa historia de mucho drama y amor se las hubiese contado mi mamá, pero por alguna razón nunca encontré una nota de voz que grabe una noche en donde mi mamá me contaba la historia de ese día, pero sí les puedo decir que mi mamá me la contaba como que si fuese ayer, con tanto detalle y con brillo en sus ojos… uno o dos meses antes de su fallecimiento, siempre le hablaba de poder grabar nuevamente esa historia y que quedará un recuerdo audible de ese momento, pero sin duda que ese recuerdo quedará para siempre en mi mente. El brazalete de identificación que me pusieron ese día, mi mamá lo guardaba en los documentos y cosas importantes.
Luego de mi nacimiento, pues desde el día uno no fue todo fácil, tenía una complicación en mis pies, llamada pies equinos, pasé mis primeros años con operaciones, yesos en mis pies y piernas y zapatos ortopédicos, ya se imaginan una mamá primeriza que se tope con todo eso, sin duda no fue nada fácil… también padecía de enfermedades respiratorias, mis papás se trasnocharon muchas noches, semanas y meses, pero el amor pudo más.
Ese amor tan maravilloso, hizo que mi mamá nos dedicara unas cuantas letras de canciones… así que mi hermana tiene su canción y yo tengo la mía. La mía dice más o menos así: "dame un beso mordelón que te quiero noche y día… dame un beso mordelón que te quiero cada día". No se si ella la inventó o ya existía, pero para mi es la mejor pequeña canción.
Creo que muchos de nosotros nos hemos topado con ese tipo de mamá, mamás que han dado todo para formar a un hijo o hija de bien. Sintámonos dichosos y agradecidos porque Dios por su voluntad nos ha concedido este gran regalo… Ahora bien y ¿qué pasa con los hijos que no tuvieron una mamá así?, déjame decirte que así lo permitió Dios, unos dirán pero ¿no que Dios es bueno? pero déjame decirte que el mal existe, vivimos en un mundo de oscuridad, caos y pues no podemos estar en una burbuja en donde no nos pase nada y ¿dónde está Dios? pues dejame decirte que Dios ha estado, está allí y todo lo que para nosotros esta mal y ya no tiene remedio o solución, para Dios todo tiene un propósito y siempre hay una oportunidad.
En su Palabra (la biblia nos dice) en el Salmo 27, versículo 10 "Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá". Y en otra versión de la Palabra, en la versión Palabra de Dios para todos dice: "Aunque mis padres me abandonen, el SEÑOR se encargará de mí".
Y esas palabras son las que te digo a ti. No estoy en tu posición, no he pasado por eso y no imagino que se sentirá. Si has tenido a tu mamá pero ausente, si nunca la tuviste o la tienes pero ya no la quisieras tener, te invito a que te acerques a Dios, le busques y Él te recompensará, te sostendrá y es un Papá que nunca falla.
Si tienes a tu mamá o una abuela, tía, hermana que cumple con esa figura materna o esa madrastra que si cumple esa figura, demuestrale honra siempre con tu comportamiento, sirviendole, protegiéndola, que se sienta consentida, amada y respetada.
Y si te pasó como a mí, que la tuvimos pero ahora vive en nuestro corazón, sigue honrando su nombre, que Dios y las personas que te rodean se den cuenta que tuviste una buena formación en casa, que eres una princesa o príncipe porque tuviste una gran Reina (tu mamá).
¡Dios te bendiga!
Hermosas vivencias las que nos estas compartiendo!
Segui escribiendo, lo haces muy bien.
Amè leer cada párrafo, mientras recordaba voz, sus gestos y su lado cariñoso, como cuando decía ayyy ya! esta Brenda. pero que hay de su lado dadivoso! 🥺. Tu mamá un ángel en la tierra en la vida de muchos Josuè, que fortuna esos 29 años! 🫶 abrazo y que especiales sus recuerdos.
Mi abrazo respetuoso y mis deseos de paz para aquellos hijos que hoy viven el dolor de una madre que ya no despertó ...
Que la vida siga para ustedes, aprendiendo a vivir sin respuestas y apoyados en las pocas certezas que han quedan después de una pérdida sin nombre y sin dimensión. ALMA.